La Hermandad de Santiago Apóstol, se encuentra establecida canónicamente en la Santa Iglesia Parroquial de San Pablo de Aznalcázar, en Capilla labrada por sus hermanos y hermanas en suelo parroquial, en la Archidiócesis de Sevilla, con domicilio Social y Casa Hermandad en la Calle Pedro Mora, número dos de esta Villa.

Capilla de nuestra hermandad

La Hermandad de Santiago permaneció en la Ermita o Capilla de Santiago, durante varios siglos, realizando en ella sus cultos y salidas procesionales tanto en la Semana Santa como en la Festividad del Apóstol. Es a consecuencia de los efectos del terremoto de Lisboa del año 1.775, cuando la estancia de nuestra Hermandad en su Capilla comienza a peligrar debido al estado ruinoso en que quedó ésta, la Hermandad acabó buscando refugio en la Iglesia Parroquial.

Fue a principios de 1.800 cuando nuestras Sagradas Imágenes ya se encuentran en la Iglesia Parroquial, ocupando el lugar donde están actualmente en la nave del Evangelio. Así consta con motivo del enterramiento de D: Juan Bejarano Altamirano, insigne Párroco de nuestra Parroquia y gran benefactor de nuestra Hermandad.

“D. Juan Bejarano Altamirano fue enterrado tras gran acompañamiento de duelo como corresponde a tan ilustre prócer en la mañana del 12 de agosto de 1.809 y por su gran devoción y mecenazgo a la Virgen y a la Hermandad de las Angustias, fue sepultado con todo honor en la bóveda existente debajo del altar de esta Imagen”. Fue en el año 1960, siendo D. Lutgardo García García hermano mayor de nuestra hermandad, cuando se comienza a dar forma al proyecto de construir en el mismo lugar en el que se encuentran las imágenes, una capilla donde luciesen la belleza de nuestros Titulares y pudiésemos celebrar los cultos con decoro. La capilla fue diseñada y ejecutada por el hermano José Perea Romero “Candilejas”.

Fue una obra de toda una Hermandad que quedará como recuerdo y expresión del amor de unos hermanos hacia sus Titulares y del deseo de unos hijos de que tuvieran un lugar digno en una Parroquia que les había acogido hacía cerca de 200 años.