25 de Julio - Día de Santiago Apóstol
Durante todo el mes de Julio se manifiesta el fervor a Santiago Apóstol, destacando los cultos y fiestas en su honor
Se celebra el Pregón de las Fiestas de Santiago que, incluye el Trono Real con la coronación de la Reina de las Fiestas, sus Damas de Honor y Corte infantil.
Siendo el primer pregonero de las Fiestas fue nuestro paisano y gran escritor D. Domingo Manfredi Cano, en el año 1.967.
(Fotos del cartel del primer Pregón, de algún reinado y de calles adornadas)
Llegado el 25 de julio, Aznalcázar se reencuentra con su historia en la celebración de una función centenaria, que en torno a la devoción hacia Santiago el pueblo expresa emociones, sentimientos y su identidad social, recogiendo en gran parte la herencia cultural transmitida a lo largo de las generaciones.
De este modo, comienza el día con la solemnidad de la Misa Mayor que viene a perpetuar la tradición litúrgica de la ceremonia religiosa cantada, que alcanzó su máximo apogeo a principios del siglo XX con los cánticos de los sochantres de la Catedral de Sevilla, cuyos ecos aún resuenan en composiciones propias de la hermandad, como el pequeño himno cantado durante el ofertorio, que evoca al Apóstol en la Batalla de Clavijo. Actualmente la misa es cantada por el coro Apóstol Santiago con unas voces privilegiadas, que embellece más si puede esta mañana del día de Santiago.
Cuando en la lejanía de la vega del Guadiamar el sol comienza a ponerse, se inicia la procesión de las imágenes de Santiago y la Virgen de las Angustias. A las 20.30 de la tarde, como marca la tradición comienza la TRIUNFAL Y SOLEMNE.
PROCESIÓN DE SANTIAGO APÓSTOL Y Mª SANTÍSIMA DE LAS ANGUSTIAS.
Como dice la sevillana que con tanto cariño se canta en la misa de Santiago, “La tarde de Santiago, cuando el sol se va poniendo por la puerta de los novios otro sol viene saliendo…”
La salida supone una de las vivencias más intensas de la fiesta al desbordarse los sentimientos contenidos durante un año de espera y las añoranzas, que en este marcado día de regresos y reencuentros, invaden a los aznalcaceños en la distancia. El valioso patrimonio artístico de los pasos, la decoración de las calles, la música y el ambiente popular se convierten en autores de escenas imborrables en la memoria de todos los presentes y ofrecen imágenes tan evocadoras como la sombra de la figura del Apóstol caballero proyectada sobre la fachada mudéjar de la iglesia, metáfora única de la reconquista de estas tierras.
Cabe destacar los siguientes momentos dentro de la procesión:
– Salida de los Pasos, momento muy emotivo, en los que una multitud de hermanos/as colman la Rampa de la Puerta de los Novios para disfrutar del buen hacer de los costaleros en esos momentos, destacando la llamada que la Reina de las Fiestas realiza a nuestros Titulares.
– Calle Domingo Manfredi, la estrechez de la calle deja en la retina el transcurrir de nuestros pasos.
– Plaza del Cabildo, donde una lluvia de pétalos desde los balcones acompaña la entrada de nuestros Titulares a la Plaza donde da comienzo una inacabable chicotá.
– Calle de la Casa Hermandad donde otra lluvia de pétalos caen sobre nuestros pasos
en la estrecha calle Pedro Mora, desde los balcones de nuestra Casa Hermandad, bellamente engalanada, al igual que todo el recorrido, por el Grupo Joven de
Nuestra Hermandad. Este es uno de los puntos más esperados, donde se profesan vítores y palmas a las Sagradas Imágenes de Santiago y la Virgen de las Angustias.
– Capilla de Ntro. Padre Jesús en su penúltimo esfuerzo los costaleros se encargan de rendir honores ante la Capilla de Ntro. Padre Jesús, devoción popular de Aznalcázar.
– Entrada de nuestros Pasos destacando la subida a la Rampa, en la que escogidas interpretaciones musicales hacen el deleite de la multitud.
Teología, historia, devoción y cultura convierten las fiestas aznalcaceñas de Santiago en una muestra excelente del patrimonio cultural inmaterial andaluz y máxima expresión de la religiosidad popular asociada a un amplio conjunto patrimonial de carácter material: imaginería, artes suntuarias, ornamentación efímera, arquitectura y el paisaje local como escenario insuperable, donde cada año vuelve a rememorarse este ceremonial, tal y como lo ha concebido el pueblo a lo largo de su propia vida. Es indudable, por lo tanto, la categoría cultural que esta conmemoración posee debido a su profundo arraigo en Aznalcázar, localidad que ha manifestado su fervor a Santiago a través de un rito vivo como vínculo entre su pasado y su futuro en un presente, que ha logrado ser reconocido como Fiesta de Interés Turístico de Andalucía.