En tiempos de pandemia y crisis, la Navidad, como anuncio divino de la Esperanza, ha marcado la felicitación navideña de 2020. Así, su ilustración artística es un llamamiento a vivir intensamente el Nacimiento de Cristo esperando con alegría el nuevo año. Un Año Santo Compostelano que sitúa al Apóstol Santiago como referencia religiosa universal y como propósito espiritual hacia el que ya camina nuestra Hermandad, perteneciente a la Archicofradía Universal de Santiago.
Influenciado por este contexto tan especial, Daniel Jiménez Díaz ha plasmado en su obra esta voluntad de asumir el futuro con ilusión. Para ello ha desplegado un skyline expresionista, que refleja el vínculo de Aznalcázar con Santiago de Compostela a través de la devoción al Santo Patrón de España representado en el centro como fusión fervorosa entre ambos lugares.
Nuestra localidad está distinguida por las siluetas de los hitos culturales que manifiestan la devoción santiaguista: la torre parroquial de nuestra sede canónica, el Arquillo como la antigua puerta abierta por la villa para comunicar la iglesia con la ermita de Santiago, que desde la Edad Media dio nombre a toda la zona adyacente y la Plaza del Cabildo como corazón y epicentro sentimental del pueblo, mostrando el aspecto único que le aportan las arquitecturas efímeras de arcos, guirnaldas y mástiles levantadas cada 25 de julio para recibir a nuestros Sagrados Titulares. La presencia gloriosa de Nuestra Señora de las Angustias está reforzada por su identificativo color azul, mientras que para Santiago se ha escogido el característico color lirio de la cofradía, marcando su condición de transmisor del mensaje del Stmo. Cristo del Buen Fin. En el Arquillo se ha querido hacer un recuerdo a N.H.D. Francisco Mora Colchero al basar la imagen en uno de sus dibujos, como guiño agradecido por los profundos y hermosos villancicos, con los que los angustiaos cantamos el gozo por la venida del Mesías en estas fechas tan señaladas.
En el otro extremo, nuestra aspiración de conseguir el jubileo simbolizado en la figura del peregrino y en la lección de superación que constituye cada piedra kilométrica alcanzada en la ruta. La meta es la fachada de la Catedral de Santiago de Compostela, foco de religiosidad para todo el orbe católico durante este Xacobeo 2021. Como fondo, el artista ha esbozado un paralelismo de Luz entre los fuegos artificiales que anuncian la presencia del Apóstol Santiago en nuestras calles y las señales del firmamento, que descubrieron el cuerpo del Santo Patrón allá en los confines del mundo conocido.
En definitiva, una obra contemporánea que con un lenguaje renovado, directo y colorista celebra la Navidad e invita a caminar con paso decidido hacia el Año Santo de 2021, contando con la presencia constante de María Santísima de las Angustias y la mediación jubilosa del Apóstol Santiago, que, sin duda y como es deseo de esta corporación, nos conducirá hasta un Buen Fin.